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1Busque el tipo de roca adecuado. Debe ser quebradizo, de grano fino (sin grandes patrones o estrías), de textura uniforme y sin fracturas. Jaspe, calcedonia, cuarcita, obsidiana y cualquier tipo de pedernal o pedernal son excelentes opciones.[1]
- La obsidiana es la más distintiva, un vidrio negro muy brillante, pero solo ocurre en ciertas áreas. Sin embargo, incluso si no puede identificar ninguno de estos, todavía hay formas de probar si una roca es útil:
- Toque la piedra con otra piedra y escuche el anillo. En términos generales, cuanto más alto sea el tono, mejor será el núcleo.[2]
- Golpéalo una vez con una piedra más dura. Si queda una impresión en forma de cono y se desprenden fragmentos afilados, esta roca es buena para dar forma.
- El vidrio y la porcelana también funcionarán, pero a menos que tenga una pieza inusualmente grande, probablemente pasará directamente a las instrucciones para darle forma de punta de flecha.
- Si no tiene éxito para encontrar la roca correcta en su área, puede usar una base de botella de cerveza y pasar directamente a las instrucciones para dar forma a una punta de flecha.
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2Seleccione una roca grande del tipo correcto. Esta sera tu centroy cuanto más grande sea, más posibilidades tendrá de romper una buena pieza. Sin embargo, debe ser lo suficientemente pequeño para sostenerse firmemente entre una mano y su pierna.
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3Seleccione una piedra dura u otra herramienta. Si está usando obsidiana, vidrio u otro material especialmente frágil, puede seleccionar una roca más blanda. También funcionará una herramienta especializada llamada tocho.
- La piedra debe ser más o menos redonda, fácil de agarrar y más dura que el material que seleccionaste. Esto se llama piedra martillo.
- A palanquilla es un objeto cilíndrico duro hecho tradicionalmente de asta de alce, hueso o madera muy dura.
- Las piedras y palanquillas blandas se utilizan en núcleos más blandos y para un descascarado más preciso, ya que “se enganchan” en el material del núcleo y le permiten dirigir la fuerza con mayor precisión.
- Solo necesita una herramienta, pero probar varias le permitirá probar cuál funciona mejor para el tamaño y tipo de roca que elija.
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4Encuentra o crea una superficie llamativa. Esto se llama “plataforma” y debe ubicarse junto a un borde de la roca con un ángulo agudo (menos de 90 grados).
- Si su roca no tiene una plataforma adecuada, rompa uno de los bordes redondeados con una piedra de martillo grande y dura.
- Una plataforma más plana será más fácil de golpear, pero el ángulo del borde es más importante. Una plataforma rugosa mejorará a medida que la martilla.
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5Utilice sus herramientas para romper las escamas de su plataforma. Puede que sea necesario practicar antes de que pueda formar copos adecuados de forma fiable.
- Siéntese con las piernas separadas y sostenga el core firmemente contra su pierna con la mano izquierda (si es diestro). Mantenga la plataforma orientada sobre el espacio entre sus piernas.
- Golpea el borde de la plataforma con un golpe de mirada controlado, que viene desde arriba y sigue por debajo del núcleo.[3]
- El copo ideal es largo y bastante delgado, aunque no tan delgado como para romperse. Lo grande es bueno, así que golpee la plataforma con mucha fuerza si solo está haciendo fragmentos pequeños.
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6Prepara la superficie entre golpes. Deje a un lado la escama que acaba de crear y triture los pequeños fragmentos del borde de la superficie de impacto. Esto fortalece la plataforma y reduce la posibilidad de roturas no deseadas. Puede usar su piedra martillo, cualquier piedra blanda o una lima de uñas. [4]
- Esto no debería requerir mucha fuerza.
- Esto también se conoce como “cepillar” o “raspar” la roca.
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7Seleccione una hojuela. Una vez que haya eliminado al menos algunas escamas, decida cuál (s) desea darle forma de punta de flecha. Un copo ideal para este propósito es largo, relativamente delgado y convexo en ambos lados.Anuncio publicitario
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Cómo hacer puntas de flecha
